Washington, 11 ene (Prensa Latina) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se adjudicó hoy el crédito de una reducción en la mortalidad por cáncer y generó polémica entre políticos, que en lugar de ello le critican bajadas en el presupuesto de salud.
Un grupo de investigadores anunciaron hace unos días que durante el 2017 se registró el descenso más grande en un año en la tasa de mortalidad por cáncer en el país, dato que recién ahora se pudo comprobar.
Trump, inmerso en la campaña política con vista a las elecciones de fin de año, no quiso perderse la oportunidad de llevarse el crédito. «ÂíTasa de Mortalidad por Cáncer en Estados Unidos Más Baja en la Historia! Salen muchas buenas noticias de esta Administración», publicó en la red social Twitter.
Sin embargo, en sectores médicos y políticos tuvo muy mala repercusión esta maniobra del mandatario, según un reporte del diario The Hill.
De acuerdo con la opinión de algunos observadores, si bien muchos presidentes se han apropiado de hechos ajenos para hacerlos ver como un resultado de su gestión, el tuit del cáncer muestra cómo Trump lleva el arte de la autopromoción a otro nivel.
Desde iniciativas de política exterior, hasta la opción de música en eventos de la Casa Blanca, el presidente estadounidense no se priva del autoelogio constante por sus grandes ideas.
Pero en el tema del cáncer fue llamativo, pues los especialistas aseguran fue parte de un descenso que comenzó hace casi tres décadas al disminuir la tasa de tabaquismo y los avances en tratamientos que han resultado en una reducción de enfermedades y muertes por cáncer de pulmón.
«La tasa de cáncer disminuyó antes de que usted ocupara el puesto. Con suerte seguirá bajando porque el Congreso rechazó sus crueles presupuestos de investigación, que querían miles de millones en reducciones para el NIH (Institutos Nacionales de la Salud) y el Instituto Nacional del Cáncer», refirió la legisladora demócrata Debbie Wasserman Schultz, sobreviviente de cáncer de mama.
Trump impulsó un recorte presupuestario para la agencia que supervisa la investigación de salud, aunque el Congreso refutó sus recomendaciones.
En el año fiscal en curso, recomendó reducir en más de cuatro mil 500 millones de dólares el financiamiento para los NIH.
Al final tuvo que terminar aprobando un aumento de dos mil 600 millones de dólares.